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I. Saldo negativo. Ricardo Anaya, líder nacional del PAN, se reunió con Luis Almagro, secretario general de la OEA, para pedir su intervención en los comicios 2017 en México. ¡Qué falto de tacto! Acusó que hubo fraude en Coahuila, pero ni mencionó al Estado de México. Pretendió negociar Coahuila para no impugnar el Edomex. Éste es el segundo supuesto acuerdo que se inventa; el primero fue que el Estado de México sería para Josefina Vázquez Mota y terminó en un vergonzoso cuarto lugar. Anaya ha sido astuto para acomodarse en grupos que manejan el poder, pero sus resultados son, simplemente, deplorables, por lo que ya hay nubes grises en Acción Nacional. Tras lo ocurrido se abre la interrogante: ¿qué dirán sus militantes?

II. Urgencias. “No me van a detener”, dijo Ivonne Ortega, exsecretaria general del PRI, luego de asumir una postura crítica a su partido. La priista manifestó que por haber perdido rentabilidad electoral, el Revolucionario Institucional debe atender el llamado de la militancia para abrir la elección de dirigentes y candidatos hacia 2018. De no hacerlo, el PRI llegará en condiciones desfavorables a los comicios del próximo año. No es la única que critica a sus correligionarios. Arturo Zamora, líder de la CNOP, dijo que quienes impulsan la apertura de la elección de dirigentes y candidatos son “políticos de café que buscan destruir al partido”. Es momento de que Enrique Ochoa, líder nacional de PRI, actúe en consecuencia. Los meses por venir son fundamentales, pues el 2018 está más cerca de lo que creen.

III. Con un pie fuera. Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit, niega que vaya a dejar una deuda pública de alrededor de 10 mil millones de pesos, como lo divulgaron medios de comunicación. Sandoval dice que son ataques planeados en su contra. A unos meses de entregar la silla gubernamental, el próximo 18 de septiembre, afirmó que dejará a la siguiente administración finanzas mucho más sanas de las que recibió. A ver si es cierto. Hoy dice que seguirá viviendo en Nayarit y retomará sus actividades normales, pues “no tiene nada que temer ni de qué esconderse”. Ojalá, ¡sería el primero en mucho tiempo!, pero la historia de varios exgobernadores hablan por sí misma y hacen pensar en lo contrario. Pase lo que pase, Sandoval está en la mira.

IV. Resistente. El tema más debatido en el Congreso del partido Morena, hace unos días, fue el de la política de alianza. Sólo se aprobó aliarse con el Partido del Trabajo, y con oposición de un sector. Pese a sus pequeños números, ha sido un instituto político que se niega a morir. El PT la ha librado y lleva años nadando de muertito gracias al PRI, y, ahora, tras las elecciones de 2017, cambió estratégicamente su apoyo para Morena. Eso le significa una bocanada de oxígeno. Se reveló que el PT que dirige Alberto Anaya, desde 2016 quería voltear bandera. La frase apropiada: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”.

V. No pueden. Por enésima ocasión el centro penitenciario Topo Chico, en Nuevo León, vuelve a ser noticia. La prisión es una bomba que se activó cuando se dio a conocer el traslado de 38 internos y el rumor de la llegada del
Kakino. Ayer se desató una serie de disturbios, con saldo de un reo herido. Aldo Fasci Zuazua, vocero de Seguridad del estado, informó de los traslados para evitar situaciones de autogobierno. Con base en lo ocurrido la labor del gobernador Jaime Rodríguez Calderón queda al descubierto por su incapacidad para resolver los focos rojos en seguridad pública. ¿En dónde quedó lo Bronco gobernador?